sábado, 24 de noviembre de 2007

¿Qué hay de malo en McDonald’s?

McDonald’s se gasta bastante más de 2 billones de dólares al año en todo el mundo en campañas publicitarias y de promoción, en un intento por cultivar la imagen de ser una empresa ‘verde’ y ‘cuidadosa’ en el que además es divertido comer. Los niños entran seducidos (arrastrando a sus padres) con la promesa de muñecos y otros artilugios. Pero tras la cara sonriente de Ronald McDonald está la realidad: McDonald’s sólo está interesado en el dinero, saca beneficios de quien puede y donde puede, como el resto de las multinacionales. Los informes anuales de McDonald’s hablan de ‘dominación global’ –quieren abrir más y más establecimientos en todo el mundo- y su continua expansión no significa más que uniformidad, menos posibilidad de elegir y un socavamiento de las comunidades locales.

PROMOCIÓN DE ALIMENTOS INSANOS. McDonald’s promociona su comida como ‘nutritiva’, pero en realidad no es más que comida basura: con altos contenidos de grasa, azúcar y sal, y baja en fibra y vitaminas. Una dieta de este tipo está asociada con un mayor riesgo de padecer enfermedades coronaries, cancer, diabetes y otras enfermedades. Además, su comida contiene muchos aditivos químicos, algunos de los cuales son la causa de una mala salud y una hiperactividad en los niños. Tampoco olvides que la carne es la causa de la mayor parte de incidentes de envenenamiento de la comida. En 1991 McDonald’s fue responsable de un brote de envenenamiento de comida en Gran Bretaña, en la que la gente sufrió graves problemas hepáticos. Con los modernos métodos de agricultura y ganadería intensivas, otras enfermedades – asociadas a residuos químicos y prácticas artificiales – también se han convertido en un peligro para los humanos (como el BSE).

EXPLOTACIÓN DE TRABAJADORES. Los trabajadores de la industria de comida rápida tienen salaries bajos. McDonald’s no paga las horas extra como tales aunque sus empleados trabajen turnos de muchas horas. La presión para conseguir grandes beneficios y bajos costes da lugar a emplear a menos gente de la necesaria, con lo que los empleados deben trabajar más tiempo y más rápido. Como consecuencia, los accidentes (especialmente, las quemaduras) son moneda corriente. La mayor parte de los empleados son personas que tienen pocas posibilidades laborales y se ven forzados a aceptar esta explotación, ¡y encima se les obliga a sonreír! No es ninguna sorpresa que los trabajadores duren poco en McDonald’s, haciendo que sea casi imposible unirse en sindicatos para luchar por unas mejores condiciones, lo cual viene estupendo a McDonald’s que siempre ha sido contraria a los sindicatos.

ROBANDO A LOS POBRES. Grandes extensiones de terreno en los países pobres se usan para cultivos o Ganado, o para cultivar el grano para los animales que se comerán en occidente. Esto se hace a expensas de las necesidades alimentarias locales. McDonald’s promociona continuamente los productos cárnicos, animando a la gente a comer carne más a menudo, la cual consume más y más fuentes alimenticias. 7 millones de toneladas de grano para alimentar al ganado tan solo produce 1 millón de toneladas de carne y productos derivados. Con una dieta basado en vegetales y con una repartición justa de tierras, casi todas las regiones podría alimentarse de forma autosuficiente.

DAÑANDO EL MEDIOAMBIENTE. Los bosques de todo el mundo – esenciales para la vida – están siendo destrozados a gran velocidad por las multinacionales. Al fin, McDonald’s se ha visto forzado a admitir que usa carne de vacuno criado en terrenos que antiguamente eran bosque tropical, de modo que impide su regeneración. Asimismo, el empleo de tierra de cultivo por las multinacionales y sus distribuidores obliga a la gente local a emigrar a otras áreas y seguir talando árboles.

McDonald’s es el consumidor más grande de carne de vacuno. El metano emitido por este tipo de ganado contribuye en gran medida al ‘calentamiento global’. La moderna agricultura intensiva se basa en el empleo de químicos que dañan el medioambiente. Cada año, McDonald’s emplea miles de toneladas de envases innecesarios, la mayoría de los cuales acaba ensuciando las calles o contaminando la tierra en los basureros.

ASESINANDO ANIMALES. Los menus de las cadenas de hamburguesas se basan en la tortura y matanza de millones de animales. La mayor parte de estos animales provienen de granjas intensivas, sin acceso al aire fresco y a la luz del sol, y sin libertad de movimiento. Sus muertes son una barbarie: la ‘carnicería humana’ es un mito. Podemos elegir comer o no comer carne, pero los billones de animales a los que se mata anualmente no tienen elección.

CENSURA y McLIBEL. Las críticas a McDonald’s provienen de una enorme cantidad de gente y asociaciones relacionadas con una gran variedad de temas. A mediados de los ochenta, Greenpeace Londres reunió todas esas críticas y pidió un Día Anual de Acción contra McDonald’s en todo el mundo. Este día se celebra cada 16 de octubre, con piquetes y manifestaciones en todo el mundo.

McDonald’s, que gasta una fortuna al año en publicidad, fracasó en el intento de acallar las críticas con la amenaza de emprender una acción legal. Muchos se vieron obligados a retirarse porque carecían del dinero necesario para ir a juicio. Pero Helen Steel y Dave Morris, dos partidarios de Greenpeace Londres, acudieron como acusados a un juicio por difamación en el Tribunal Supremo de Gran Bretaña. A pesar de que todas las cartas estaban en contra de ellos, habiéndoseles negado ayuda legal y un proceso con jurado, Helen y Dave dieron la vuelta al caso y expusieron la verdad poniendo las prácticas empresariales de McDonald’s sobre la mesa. Se dieron algunas sentencias irrecusables sobre McDonald’s y sigue aumentando el número de protestas en contra de un gigante de la comida rápida que se embolsa 40 billones de dólares al año. Es esencial no dejarse intimidar y defender la libertad de palabra.

LO QUE PUEDES HACER. Juntos podemos luchar contra las instituciones y contra aquellos en el poder que dominan nuestras vidas y nuestro planeta; podemos crear una sociedad mejor en la que no exista explotación. Los trabajadores pueden organizarse y se organizan para luchar por sus derechos y dignidad. La gente cada vez es más consciente de la necesidad de pensar con seriedad sobre la comida y los que nuestros hijos comen. La gente de los países pobres se están organizando para levantarse contra las multinacionales y los bancos que dominan la economía mundial. Aumenta el número de protestas y campañas medioambientales y en defensa de los animales en todo el mundo. ¿Por qué no te unes a esta batalla por un mundo mejor? Habla con tus amigos, con tu familia, con tus vecinos y compañeros de trabajo sobre estos temas. Copia y distribuye este panfleto a la mayor cantidad de gente posible.

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